QUIENES SOMOS
Hogares luz y vida es el evangelio, es amor, significa luz de familia, ternura calidez y esperanza de vida; es una organización sin ánimo de lucro, fundada en el año 1991 por la Hermana Valeriana Isabel García Martín, quien llegó a Colombia en el año de 1970.
Inicialmente proyectado para niños con problemas de visión y posteriormente para todo aquel desprotegido, dio origen a la integración de niños y jóvenes normales y discapacitados por entender la importancia de reconocer al otro y tratarlo como un igual a nosotros; este comenzar originó los estatutos y la obtención de la personería jurídica, la cual fue otorgada por la resolución 337 del 15 de junio de 1993, fecha en la que nace la Asociación Hogares Luz y Vida.
El objetivo de la organización se centra en la garantía y materialización de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y sus familias que se encuentran en circunstancias difíciles o de alto riesgo, especialmente aquellos que por sus condiciones físicas y/o mentales requieren de ayuda especializada, a través de la acogida y apoyo en las diversas áreas de atención, fortaleciendo el desarrollo de sus potencialidades para la realización de un proyecto de vida individual y familiar, así como la integración social;.
La posibilidad real de lograr la integración de niños normales y discapacitados, es el propósito diario de nuestra actividad, como una forma de sensibilizar y enseñar al mundo que todos somos iguales y por lo tanto podemos vivir en comunidad sin aislamiento o estereotipos que agredan la sensibilidad del ser humano.
Esta obra nace de la motivación de Nelsy Valeriana, una pequeña de escasos 5 meses de nacida quien fue abandonada por sus progenitores y rechazada por sus padres adoptivos por ser ciega y por Rosa María Rivera, una niña con parálisis cerebral, por quien se transforman los objetivos y abre las puertas para albergar a todo aquel que lo necesite dando inicio a la construcción de la integración de niños normales y discapacitados, hoy tenemos niños con discapacidades visuales, auditivas, parálisis cerebral, retardo mental, hidrocefalia, síndrome de Down, epidermoliosis distrófica bullosa, síndrome del niño maltratado y malformaciones congénitas, también hacen parte de esta grupo los niños normales que han tenido la oportunidad de convivir, compartir y sentir la experiencia maravillosa de acoger al otro como un igual a ellos.
Como necesidad por la descentralización de la obra, se extiende un brazo hacia la zona oriental de Cundinamarca en el municipio de Cáqueza en el año 2006, para tratar de atender la demanda de más de 5.000 niños con discapacidad.
Esta organización se mantiene fuerte y viva contado con la Providencia Divina y con los corazones generosos de quienes viendo el apostolado de su fundadora y el gran amor con que lo realiza, colaboran cada día más para mantener su misión y su propósito.